lunes, 10 de noviembre de 2008

¿No has sabido?

creation

¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

En los versos anteriores a ésta dramática declaración de Isaías, él llamó al pueblo de Dios a considerar el asombroso poder de Dios en la creación. Mirando la gloria de la creación de Dios, Isaías preguntó: "¿No has sabido, no has oído?" El profeta no podía creer que cada uno dudara de la grandeza de Dios cuando han visto la majestad del universo que El hizo. El asombro de Isaías era muy apropiado. ¿Cómo puede alguien mirar la gloria y el evidente diseño en la creación, y no entender que debe haber un glorioso diseñador detrás de tan glorioso diseño?.

Sin embargo Isaías, en el pasaje previo, también nos recordó el poder de Dios en esta tierra: "El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana" (Isaías 40:23). El poder de Dios y su gloria, no solo son exaltados por encima de la creación inanimada, sino sobre los hombres de poder sobre la tierra también. Cuando las personas tienen poder político o legal, es fácil que piensen de sí mismos... ¡como dioses! No obstante, hay un Dios en los cielos que reina sobre el universo, sobre las estrellas, y sobre los grandes hombres de ésta tierra.

A la luz de todo esto -todo lo que Isaías 40 nos muestra acerca de la grandeza y gloria de Dios- ahora Isaías nos muestra cómo el entendimiento de esto hace la diferencia en nuestra vida -más allá de la obvia compulsión que debemos sentir para honrar y adorar éste gran Dios-.

Isaías formuló la relevante pregunta: "¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?". Entender la grandeza y gloria de Dios nos persuade de que no hay nada en nuestra vida oculto a los ojos de Dios, y no hay nada desatendido por Dios. El está ahí; El es real; y El no está en silencio.

Por tanto, Isaías hizo algunas preguntas más: "¿No has sabido, no has oído...?" Isaías hace ésta pregunta, tanto por los ateos reales que dudan de la existencia de Dios, como por los ateos prácticos, que pudieran creer en Dios; sin embargo no parecen entender que el hecho de que hay un Dios de toda la creación, hace una diferencia en la vida diaria.

Es algo sumamente fácil - creer que Dios existe, pero dudar de Su cuidado o interés sobre nuestra vida. Podemos entender intelectualmente que hay un gran Dios que creó los cielos y la tierra, pero olvidar -o dudar- que El es capaz de suplir nuestras necesidades personales y tiene la intención de hacerlo.

Así que podemos hacer la misma pregunta que Isaías: "¿No has oído?" Estos ateos prácticos necesitan escuchar lo que ya saben: que el Señor Dios es "el Creador de los confines de la tierra". Entonces necesitan oír acerca del Creador: que El "no desfallece, ni se fatiga con cansancio y Su entendimiento no hay quien lo alcance". Aquellos que realmente creen éstas verdades acerca de Dios, deberían vivir como si Dios realmente estuviera allí. El está allí; y El realmente se interesa. El Dios suficientemente grande como para crear el universo, es suficientemente personal para interesarse... en tí.

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David Guzik

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